CUANDO REGRESAS
A la vuelta de un viaje siempre esperas que todo haya cambiado,
que una nueva cotidianeidad te esté aguardando
que todo lo que te rodea se haya transformado,
como a ti te parece que tu lo has hecho,
pero no es así.
Todo sigue igual, hasta tu misma te adaptas a tu anterior yo,
ese que apenas recordabas,
ese que no es que no te gustase, pero que te habías olvidado de él,
y te invade inevitablemente la melacolía,
un ajetreo de recuerdos, un vaivén de imágenes,
que parecen ya de otro tiempo,
que son de otro tiempo.
que una nueva cotidianeidad te esté aguardando
que todo lo que te rodea se haya transformado,
como a ti te parece que tu lo has hecho,
pero no es así.
Todo sigue igual, hasta tu misma te adaptas a tu anterior yo,
ese que apenas recordabas,
ese que no es que no te gustase, pero que te habías olvidado de él,
y te invade inevitablemente la melacolía,
un ajetreo de recuerdos, un vaivén de imágenes,
que parecen ya de otro tiempo,
que son de otro tiempo.
3 Comments:
Y no hay modo de cambiar toda esa cotidianeidad? Da importancia a algunos pasos diarios aunque te parezcan los más sencillos. A mí me funciona ;)
...por eso últimamente pienso que lo mejor es estar siempre de camino...
Acabo de descubrirte, veo que te he pillado de regreso, me alegro.
Un abrazo
perdón, de redescubrirte, quise decir...
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